Etiquetado de alimentos.
El tema de este nuevo post viene suscitado a raíz de un nuevo negocio que tuve la oportunidad de conocer la semana pasada, venden productos especiales y/o naturales y/o eco, tanto alimentarios como de higiene personal como de limpieza.
Mientras miraba un producto “ sin gluten” la persona que estaba tras el mostrador me quiso hacer creer que aquellos productos que tenían un determinado sello daban unas garantías superiores a lo que dicta la legislación en términos de cantidades máximas de gluten que pueden contener los alimentos “ sin gluten”. No seguí esa batalla ya que en dos ocasiones vi que la referencia a la legislación era manipulada.
Pero sí me fijé en un edulcorante que también tenía a la venta, la sucralosa. Y entonces le hice la siguiente observación “me llama la atención que no tenga a la venta la Stevia”. Sus argumentos más poderosos fueron: no está permitida en USA, es transgénico, su poder de endulzar es tan alto que la dosificación se hace complicada y sufre un proceso de extracción tan complejo que deja de parecerse a un producto natural y por ello no lo comercializamos. En esto último es en lo que estoy más de acuerdo.
Y tras escuchar los argumentos que me dio sentí la necesidad de indagar sobre el tema, la Stevia y su uso como edulcorante.
Primero aclaremos que el consumo de edulcorantes se instaura en nuestros hábitos alimenticios con el propósito de reemplazar el consumo de azúcar. No en vano el consumo de azúcar es responsable en gran parte de algunas de las enfermedades crónicas de esta sociedad actual como son la diabetes y la obesidad.
Veamos.
La Stevia, como planta, NO está autorizada para uso en los alimentos como tal ni en USA, ni en la Unión Europea ni en Australia ni en otros países como Canadá o países nórdicos.
Lo que sí está permitido es el extracto de Stevia, un compuesto a base de glucósidos de esteviol que se extraen a partir de la hoja de la Stevia. Estos extractos de Stevia ( que no es lo mismo que la hoja de Stevia) se autorizaron en USA en 2007 pero hubo que esperar hasta diciembre de 2011 para que se autorizasen en la Unión Europa. Cuando veamos en el listado de ingredientes de un alimento el aditivo E960 está haciendo referencia a estos glusósidos de esteviol.
En la legislación correspondiente a aditivos alimentarios se indica en qué tipo de alimentos se permiten utilizar estos glucósidos de esteviol. Por otro lado la OMS recomienda que la ingesta diaria de estos compuestos no sea superior a 4 mg por kilo de peso corporal.
El uso de la Stevia como planta es habitual principalmente en países de latinoamérica ,Japón y algún otro país donde se lleva consumiendo desde hace muchos años.
Su fuerte entrada en el mercado global estuvo basada en afirmaciones como “ edulcorante natural”; “capacidad de endulzar unas 300 veces superior a la del azúcar pero aportando Cero calorías” y “ efectos beneficiosos para aquellos que sufren diabetes ya que tiene propiedades de regular la concentración de glucosa en sangre”
Respecto a lo de “natural” efectivamente procede de una planta que nace en la naturaleza pero también es cierto que el proceso de purificación (extracción de esos glucósidos) es un proceso tecnológico complejo en los que intervienen distintos productos solventes.
Y respecto a las acciones beneficiosas para la salud, no se ha tardado mucho en buscar efectos secundarios. En algunos estudios puedes leer que el efecto beneficioso para los diabéticos es debido “únicamente a uno de los glucósidos”; también se puede leer que otro de los glucósidos “puede ser contraproducente para aquellas personas con tendencia a tener la tensión baja”; etc.Y todo sin resultados concluyentes.
Y para aquellas personas que tienen recelo sobre los alimentos transgénicos, sólo recordar que si el extracto de glucósidos de esteviol procede de una planta de Stevia transgénica, esto debe indicarse en el etiquetado.
Ah, por cierto, la sucralosa es un edulcorante artificial, es decir, no es un producto natural como pretende la filosofía del negocio que mencioné al comienzo. También se pueden encontrar estudios que hablan de efectos perjudiciales para la salud pero tampoco concluyentes. Y También se caracteriza por tener una capacidad de endulzar 600 veces superior a la del azúcar. Por último, parece que aunque aporta muchas menos calorías que el azúcar, no se puede decir que aporte Cero calorías.
De nuevo podemos deducir que es tan importante seguir trabajando en el etiquetado de alimentos como en adquirir unos conocimientos básicos que nos permitan hacer una compra de manera consciente.
Me temo que se seguirá hablando de este tema en los próximos años.
Si te ha gustado y quieres saber más sobre el tema no dudes en llamarme al 690 63 25 20 o escribirme a la dirección ev@evconsultoriaalimentaria.com.
Autor: Esther Vázquez Carracedo directora de EV Consultoría Alimentaria, Calidad y Seguridad alimentaria. Interim Manager en Empresas alimentarias.
Más información en www.consultoriaalimentaria.com
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