¿Tienes dolores musculares que no se van con nada?
Lo has intentado casi todo. Te han hecho radiografías, análisis completos de sangre, análisis de orina.
Te han recetado relajantes musculares y antiinflamatorios.
Al principio funciona, pero en cuanto dejas la medicación, el dolor regresa.
El dolor sigue y a poco que pienses, llevas meses e incluso años con él.
Pero como no es algo mortal (al menos a corto plazo) no lo has intentado de manera seria.
Perdona que te lo diga, pero es posible que no lo hayas intentado de manera seria.
Sigues confiando en la medicina convencional actual occidental. y ésta se ha alegado mucho de su propósito, o de lo que esperamos de ella. En muchas ocasiones no logra solucionar patologías actuales.
Hace décadas, el médico del pueblo conocía a sus pacientes más allá de los síntomas que podía expresar su cuerpo. Sabía de sus preocupaciones, su entorno, su estilo de vida.
Trataba la causa, no solo el síntoma.
Practicaba lo que hoy se conoce como Medicina Integrativa ( aunque se trate de la medicina de antaño)
Desafortunadamente, la medicina occidental ha evolucionado de otro modo: te duele algo, te dan una pastilla. Y si el dolor vuelve, otra más.
Pero la raíz del problema sigue ahí, intacta.
¿Por qué sigue el problema?
Porque la verdadera causa del problema no se ha tratado. Quizás el origen de ese dolor muscular esté en el estrés, la alimentación, una mala postura, unos ejercicios realizados de manera incorrecta o incluso un problema emocional.
La medicina sólo te va aliviar el dolor temporalmente; no está para buscarte una cura definitiva.
¿Te suena familiar todo esto? Porque en la gestión empresarial ocurre exactamente lo mismo.
¿Parche o cura definitiva? La medicina integrativa en las empresas
La medicina convencional atiende el síntoma, pero no siempre busca la causa raíz.
Pasa lo mismo en las empresas. Te pongo un ejemplo:
Un empresario se enfrenta a quejas constantes de clientes, cree que es un problema de falta de Formación de sus trabajadores y se dirige a una entidad de Formación.
¿Qué crees que le va a recetar la entidad de formación?
Pues sí, bingo, has acertado, le ha recetado ¡¡un curso de Atención al cliente!!
¿Resultado?
Nada cambia. O, en el mejor de los casos, habrá una mejora temporal y poco significativa.
Porque el problema real no era la falta de formación del equipo, sino algo más profundo:
✔️ Un mal proceso de producción.
✔️ Falta de comunicación interna.
✔️ Un liderazgo débil.
✔️ O, simplemente, un servicio que no cumple las expectativas del cliente.
Lo que ha hecho este empresario ha sido darle un antiinflamatorio a la empresa cuando realmente requiere de una solución distinta.
La solución empresarial que salva empresas
Así como muchas personas acuden a la medicina integrativa cuando los tratamientos convencionales no les consiguen solucionar sus problemas de salud, los empresarios que llevan años arrastrando los mismos problemas también pueden buscar un enfoque diferente.
Si un problema persiste en tu empresa alimentaria a pesar de todas las soluciones que has probado, posiblemente se debe a que estás tratando el síntoma y no la causa.
Un abordaje empresarial integrativo no se limita a tratar el síntoma, sino que investiga el origen del problema.
En definitiva, si tu empresa tiene un problema crónico, no basta con poner parches: hay que entender qué lo está causando y solucionarlo desde dentro.
Para ello busca profesionales que conozcan y practiquen el enfoque integrativo para solucionar problemas de empresa, que conozcan tu sector, el mundo de la empresa y sean capaces de ofrecer soluciones útiles y duraderas.
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