RELATO DE EMPRESA REAL
En ocasiones el entusiasmo nos puede.
O eso, o es que a veces tenemos un comportamiento un poco cabezota y no queremos soltar nuestra idea inicial aunque no funcione.
Vaya por delante que yo estoy del lado de la gente “cabezota” que mantiene y defiende sus ideas con argumentos sólidos y que a la vez es capaz de escuchar y seguir aprendiendo para revalidar, o no, su idea inicial.
A veces ese comportamiento cabezota de mantener una idea que no funciona ocurre por el simple hecho de no pararse a pensar y de no replanteársela.
¿Te ha pasado alguna vez que mantienes una idea o sigues haciendo algo de una determinada manera y no sabes realmente por qué?
Si tras replanteártela todo te dice que vas en el buen camino, mi más sincera enhorabuena, lo estás haciendo bien.
Sin embargo, si tras replanteártela te das cuenta de que eso ya no funciona y supone una pérdida de tiempo, dinero, etc , bendito replanteamiento!
Esto pasa en la vida personal y el mundo empresarial, tanto en empresas jóvenes como en empresas consolidadas de larga trayectoria.
Es por ello que a veces me veo aconsejando a empresarios a que hablen de asuntos de empresa con otros empresarios, con profesionales de empresa, con familiares, con amigos o con un mentor para tener otros puntos de vista.
Esto último fue lo que eligió una empresaria con la que tuve un proceso de mentoría.
Te adelanto que la mentoría supuso un descubrimiento para la empresaria.
Desde el principio, su idea empresarial se había desarrollado en torno a una categoría de producto.
Los productos que elaboraba eran tan bonitos y tan ricos que era imposible no enamorarse de ellos.
Y, evidentemente, el resto del mundo caería igualmente rendido ante ellos, pensó la empresaria.
¡ Se los iban a quitar de las manos, vamos!
En el camino, había experimentado con otra categoría de productos, cuya promoción era nula y la venta era residual.
Cuando esta empresaria contactó conmigo su objetivo era que le ayudase con el desarrollo del negocio ya que no estaba siendo lo suficiente rentable.
Durante el trabajo de mentoría se dio cuenta de que el verdadero filón de su negocio estaba en aquella otra categoría de producto al que apenas prestaba atención.
Además, dicho producto estaba más demandado en el mercado y era relativamente fácil de promocionar porque tenía muchas bondades en las que apoyarse.
No fue fácil convencerla.
Pero al final, tras el buen feedback que recibió de los clientes, reconvirtió el negocio y las ventas subieron. La publicidad cambió significativamente y el mercado al que se dirige también.
En resumen, esta empresaria se replanteó su idea original, la cual no estaba dando los resultados esperados, y acertó.
Ayudo a organizaciones alimentarias que deseen perdurar en el tiempo, a pasar de una situación de caos organizativo y bajos márgenes a alcanzar la necesaria profesionalización que el permita garantizar el éxito empresarial mediante un modelo de trabajo en el cual combino tareas de diagnóstico, elaboración del plan de mejora y la ejecución del mismo; y todo ello desde dentro de la empresa colaborando con todos los trabajadores y aportando una visión global a la vez que atendiendo a tareas específicas.
Sembrando organizaciones alimentarias Rentables, Felices y con proyección de Futuro.
¿Necesitas saber más? No te quedes con la duda, solventarla es GRATIS.
Contáctame en alimentaria@esthervazquezcarracedo.com o por whatsapp en el 690 63 25 20.
