“El activo más importante de las empresas son las Personas”
¿Cuántas veces has leído esto en los últimos tiempos?
Seguramente han sido tantas que podemos decir que ya es un mantra en el entorno empresarial.
Pero como se suele decir, del dicho al hecho hay un gran trecho.
Hay gerentes de empresa, que siguen pensando que la empresa es un ente cuyos principales activos son:
– el empresario
– dinero
– maquinaria/equipos
– un producto/servicio que ofrecer.
Los trabajadores son secundarios.
¿Cuál es la consecuencia inmediata de esta forma de pensar?
Pues que los trabajadores también van a tomarse la empresa como algo secundario en sus vidas.
Es decir, no van a dar todo lo que llevan dentro. Se regirán por la ley del mínimo esfuerzo.
Se mire por donde se mire, esto supone un desperdicio económico considerable para la empresa.
El desperdicio generado por no cuidar de las personas supone para la empresa
- Dejar de ganar todo lo que podrían ganar si cuidase de sus trabajadores
- Perder dinero por el desempeño descuidado realizado por trabajadores descontentos que se traduce en errores en el producto, mala atención al cliente, errores en la fabricación, pérdidas de tiempo..
Las señales de que esto puede estar ocurriendo en tu empresa son muy variadas y pueden llegar a diagnosticarse de muy diversas maneras.
En cierta ocasión, esta señal me llegó en forma de confesión.
Una empresa alimentaria me había contratado para poner un poco de orden en el área de producción.
Había un encargado de producción que estaba todos los días en la empresa. También, de vez en cuando, aparecía por la empresa otro encargado con una jerarquía superior. El gerente apenas pasaba por la empresa.
A los ojos del gerente, el motivo de aquella situación era que los trabajadores no eran profesionales, simplemente llevaban años trabajando allí.
En una reunión que tuve con todos los trabajadores me confesaron: “ Esther, es que no sé lo que tengo que hacer, ni sé a quién le tengo que hacer caso y nadie me enseña a hacer bien mi trabajo”.
Esto último puede parecer una tontería pero dentro del sector alimentario es un punto clave ya que es un sector muy regulado, estrechamente relacionado con la salud pública por lo que muchas tareas tareas se deben hacer de una manera determinada, en base a la legislación alimentaria y las buenas prácticas de higiene y manipulación y al análisis de los peligros alimentarios ( APPCC).
Esto era fácil de resolver. La solución más eficaz era implantar un sistema de gestión de la producción.
Pero hubo una persona que me llamó la atención. Era la persona más veterana. Muy trabajadora, lista, con iniciativa y siempre dispuesta a ayudar. La había observado durante un tiempo, como al resto.
De repente, una semana empezó a bajar mucho la eficiencia de su desempeño, hacía cosas que eran típicas de un saboteador. Bajó muchísimo el ritmo, empezó a dar vueltas como un pato mareado, y sólo iba a hacer lo suyo.
Un día le pedí que cuando tuviese 5 minutos me avisase. Casi al instante ya me estaba buscando en la oficina. Le comenté mi impresión de lo que estaba observando respecto a su trabajo. Y le mostré la programación de la producción de la semana.
Le expliqué que la programación se había elaborado en base a los datos recogidos durante el período de observación y análisis y en base a las instrucciones acordadas y a las tareas asignadas.
Esta persona pudo ver de manera gráfica la importancia de su trabajo y lo necesaria que era para sacar la producción adelante.
Reconozco que tuve mucha suerte en esta ocasión, No fue necesario poner en práctica más acciones para solventar este problema. Esta persona volvió a sus orígenes tras nuestra breve conversación.
Conclusión:
Gestionar de manera adecuada una organización, una sección de empresa o la producción incluye la gestión de las personas. Todo cambio en la gestión, si está bien realizado, trae como consecuencia un cambio positivo en las personas y con ello un cambio de mejora en la cultura organizacional de las empresas.
Y tú, ¿ has sacado brillo a algún diamante?
Consigue una mejora sostenida en la cuenta de resultados que ni imaginabas.
O lo que es lo mismo: Planifica bien, controla y estrecha los costes, ve por delante de la normativa y conoce los números de tu empresa.
Soy Esther Vázquez, trabajo con una metodología única para empresas alimentarias que necesitan soluciones reales.
¿Necesitas saber más? No te quedes con la duda, solventarla es GRATIS.
Contáctame en alimentaria@esthervazquezcarracedo.com o por whatsapp en el 690 63 25 20.