El Interim manager como estrategia empresarial
Se presenta como una alternativa interesante dentro del plan estratégico de las empresas. Es una herramienta a disposición de las empresas que impacta de manera beneficiosa en la rentabilidad de las mismas. Se llama Interim Management. El profesional encargado de llevarla a cabo se conoce como Interim Manager. Otros términos con los que se define a este tipo de profesional es Directivo interino, Directivo freelance o Directivo de alquiler. En cualquier caso, y de manera sencilla podemos decir que un Interim Manager es un profesional con amplia y probada experiencia en un área específica que se contrata para ejecutar proyectos específicos por un periodo de tiempo determinado y normalmente para situaciones que requieren soluciones rápidas y flexibles.
Pero detengámonos un poco más en esta relativamente novedosa figura para el mercado español.
Ventajas para la empresa al optar por esta modalidad de contratación:
– No ha de contratar a un nuevo directivo, con lo que el coste no es fijo sino variable
– No amenaza la posición del resto de directivos, porque no está ahí para quedarse
– Se eliminan los costes asociados a una contratación permanente ( SS, vacaciones, bajas por enfermedad, indemnizaciones al finalizar la relación contractual, costes de reclutamiento…) con lo que se contribuye a la rentabilidad de la empresa.
– Ejecución rápida y eficaz: el Interim Manager agrega valor a la empresa inmediatamente. Su experiencia, sus habilidades directivas, su profundo know-how y su orientación hacia los resultados le aseguran un comienzo rápido y un cumplimiento efectivo de la misión encomendada.
– Disponibilidad casi inmediata: seleccionar un Interim Manager es mucho más rápido que buscar un directivo permanente
– Transferencia de know-how a la empresa
– Ofrece un punto de vista objetivo de la situación
Ejemplo de distintas situaciones por las cuales una empresa demanda los servicios de un Interim Manager:
– Por vacantes imprevistas ( despidos, fallecimientos, bajas de larga duración…)
– Implantación de cambios organizacionales y/o estructurales
– Ejecución de un proyecto estratégico determinado
– Gestión e Integración de compañías adquiridas
– En procesos de Gestión del Cambio
– En situaciones de crisis
– etc
Las características o rasgos que definen a un Interim Manager, entre otras, son:
– Habilidades directivas
– Amplia experiencia y profundos conocimientos en una o varias áreas especificas de la empresa
– Visión integral de la gestión empresarial: no olvidemos que un Interim Manager, independientemente del área de especialización profesional, es un empresario que a la vez está dirigiendo su propio negocio
– Orientado a Resultados y con una Motivación muy fuerte para cumplir los Objetivos
– Aprendizaje continuo en conocimientos técnicos, en habilidades directivas, en obligaciones legislativas
– Actitud emprendedora y con iniciativa ya que aceptando esta modalidad laboral sale de la zona de confort de un ambiente corporativo además de asumir nuevos retos profesionales de manera constante
– Habilidades interpersonales y confianza en sí mismo para ofrecer altas garantías de éxito y de liderazgo
– Logros probados
A primera vista parece que todo son ventajas. Se trata de una práctica bastante extendida en países como Estados Unidos y en los países del centro-norte de Europa. Ya existen, y en España también, asociaciones y empresas de reclutamiento que ofrecen esta modalidad de contratación.
En cualquier relación contractual la confianza es básica pero en este caso es fundamental. Por tanto, considero que lo primordial antes de comenzar este tipo de relación laboral es que entre ambas partes exista mucha confianza. Huelga decir que el nivel de responsabilidad e integridad de un Interim Manager es muy elevado de manera que cumplen sus compromisos, actúan con ética, honradez y sinceridad. Su reputación les va en ello.
Y antes de terminar solo mencionar una cuestión que surge de manera inmediata al hablar de este tema. Podemos preguntarnos cuál es la diferencia entre un Interim Manager y un Consultor. Pues bien, entre todos los matices que podamos imaginar, considero que el principal, y a grandes rasgos, es que el consultor asesora y aconseja, pero no gestiona ni dirige.
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