Es posible que alguno de vosotros haya visto durante estos días de Semana Santa la película Ágora, de Alejandro Amenábar, la cual se emitió por televisión; o bien la haya visto en la época de su lanzamiento. En mi caso es la segunda vez que la veo y en esta ocasión he sacado una nueva lectura distinta a la que había sacado la primera vez. En esta segunda ocasión mi pensamiento se refiere al liderazgo, y en concreto, se centra en el motivo último que hace que un líder sea líder realmente.
En la película, además de la historia de la filósofa Hipatia, es de destacar la existencia de dos bandos: el judío y el cristiano. Finalmente el bando cristiano consigue alzarse sobre el judío por medio de la violencia. En el caso del bando cristiano se hace patente la figura de un guía, de un líder. Se podría decir que en este caso el liderazgo estaba basado en la ignorancia e incultura de sus seguidores. Y me explico.
En una escena determinada de la película el comportamiento del ser humano se asemeja más al de un animal irracional que al de un ser racional al seguir a una persona, sus ideales y a su manera de interpretar la Biblia sin plantearse nada, sin caer en la cuenta de que para seguir a su líder debía matar a un semejante y a veces de la forma más cruel. Sin caer en la cuenta que matar va en contra de la religión que procesaban.
Según esto pareciera lógico pensar que en la época actual, la época del conocimiento y la información, este tipo de liderazgo ya no tiene cabida. Sin embargo, me gustaría debatir con vosotros en qué medida se está dando este tipo de liderazgo, basado en la ignorancia del público, dentro del mundo empresarial.
A hilo de lo dicho recuerdo algo que escuché en unas jornadas sobre liderazgo ¿fue Hitler un líder? Para aquellos en los que la respuesta sea afirmativa, se puede entender su liderazgo razonando que estaba hablando ante un público que coincidía con sus ideales de hegemonía alemana y racismo y ante una sociedad en crisis tras la primera guerra mundial. De nuevo, la ignorancia, la incultura o la crisis social propiciaron el liderazgo de una persona.
Otro ejemplo ¿creéis que Gandhi llegaría a ser un líder en un país occidental desarrollado?
La conclusión que saco es que un líder no es un líder per se sino que debe encontrar un público que lo proclame como líder. Si esa persona está desubicada, no logrará alzarse como líder. Seguramente conocéis personas que son reacias a seguir a un líder. No descarto que se pueda dar el caso de que lleguen a coincidir un gran número de personas “ no leader followers” en un mismo grupo de trabajo. ¿Conocéis algún caso? ¿Hubo liderazgo en este grupo? ¿Hubo trabajo en equipo?
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