Cierre de año en la industria alimentaria: menos drama, más diagnóstico

diagnostico empresarial

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Hay una escena que se repite en muchas pymes de industria alimentaria cuando llega diciembre: nos sentamos con los números y sin darnos cuenta dictamos sentencia.

“Buen año.”
“Mal año.”
“Esto ha sido un desastre.”
“Vamos como un tiro.”

La realidad rara vez es buena o mala, es más bien una sucesión de acontecimientos que están fuera de nuestro control sumados a las decisiones que tomamos con lo que nos ocurre.

Hace tiempo escuché esta historia que lo ilustra:

Un anciano perdió su caballo y todos en el pueblo lamentaban su mala suerte
El anciano respondió: ya veremos
A la semana el caballo regresó junto con otros caballos salvajes y la gente lo celebró como buena suerte
El anciano volvió a decir: ya veremos
Poco después su hijo intentó domar uno de los caballos, cayó y rompió una pierna
Otra vez dijeron que era una desgracia
Y él repitió: ya veremos
Mas tarde los soldados llegaron al pueblo para reclutar a los jóvenes pero su hijo quedó libre por su lesión.

La historia del anciano se suele leer como “resignación sabia”, sin embargo, solo relata una parte de cómo los buenos empresarios juegan las cartas que le tocan en la vida.

El buen empresario mantiene la calma para no reaccionar en caliente y luego toma acción con método, convierte el azar en estrategia. Ahí está la diferencia entre “suerte” y “gestión.

La historia de ese empresario podría ser la siguiente:

  1. Pierde un cliente con la consecuente caía de facturación e incremento del estrés
    Los números de empresa dirían “¡qué mala suerte!”.
    ! Ya veremos!
  2. Esa pérdida le abre hueco… y aparece otro cliente más importante que significa pedidos más grandes, más visibilidad
    Los números de empresa dirían “¡qué buena suerte!”.
    ! Ya veremos!
  3. Con el tiempo se da cuenta de lo complicado que es atender a ese nuevo cliente, no solo por el volumen de pedidos  sino por las exigencias de plazos de entrega, trazabilidad y calidad alimentaria ( puede que le exija que se certifique por alguna norma como la IFS o BRCGS o FSSC 22000
    Desde el punto de vista de gestión pensaríamos: “¡qué mala suerte!”. Ya veremos!
  4. Poco después toma una decisión que lo cambia todo. Decide invertir en un proyecto de mejora integral de Operaciones de Fabricación con lo cual ganó en productividad en la fábrica, eficiencia en la gestión y en reputación respecto a la seguridad alimentaria.

Desde el el punto de vista de los números de empresa no fue suerte, fue una buena decisión que le llevó a poder dar mejor servicio a sus clientes y a vivir más tranquilo.

En empresa, “ya veremos” no debe significar cruzarse de brazos, si así lo hiciésemos dejaríamos que el mercado decidiese por nosotros que es lo mismo que dejar la empresa a la deriva.

“ Ya veremos” significa: no reacciono en caliente… pero actúo con método y en consecuencia.

Como vimos en este ejemplo la suerte te puede traer un cliente grande. Pero solo la acción (bien dirigida) esa suerte convierte en crecimiento sostenible.

Cerrar 2025 no va de juzgar, va de diagnosticar

  • Si 2025 fue duro, quizá estabas atravesando una época de preparación para tomar una decisión.
  • Si 2025 fue brillante, ojo: el éxito puede esconder fragilidades.

Lo inteligente no es sentenciar sino  diagnosticar: qué pasó, qué aprendimos y qué decisiones vamos a tomar para entrar en 2026 con salud empresarial.

En todo caso te deseo que el 2026 tomes las decisiones adecuadas para llevar a tu empresa al siguiente nivel de Rentabilidad.

Si estás creciendo y notas que la exigencia de calidad alimentaria  te aprieta y no estás sirviendo a tus clientes como se merecen, no lo ignores: suele ser la señal más clara de que toca profesionalizar las operaciones de fabricación. Lo que yo te propongo es hacerlo sin tener que aumentar la plantilla ni invertir en maquinaria como ya lo he hecho en otras industrias alimentarias. Si quieres contrastar ideas, escríbeme y tras un breve diagnóstico te digo si podría ayudarte y cómo.

Más de 27 años contribuyendo a que los propietarios de empresas de alimentación se sientan satisfechos de haber conseguido la ansiada certificación de calidad alimentaria, la necesaria mejora productiva, la rentabilidad deseada y la tranquilidad que llevaba buscando hace años.

Lo hago trabajando de manera temporal como uno más dentro de tu empresa para que los cambios perduran y la empresa funcione sin que estés todo el tiempo encima.

 

Trabajo como interim manager dentro de tu empresa.

 

¿Te atreves a conseguirlo?

 

Contáctame por Linkedin o bien por teléfono o whatsapp en el 690 63 25 20

www.esthervazquezcarracedo.com

 

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Esther Vazquez | Interim Manager Consultoría Alimentaria
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