– Esther, hace tiempo que quiero hablarte a solas, me dijo.
Era una amiga de mi madre, 88 años. Nos encontramos por la calle y paramos a hablar.
–He visto un marco muy bonito y quería regalárselo a tu madre con una foto suya. ¿Tú podrías buscarme una donde esté de cuerpo entero?
En cuestión de nanosegundos mi cabeza procesó lo siguiente:
- claro que voy a ayudar a esta persona mayor
- con mayor motivo porque es algo para mi madre,
- visualicé unas cuantas fotos que tenía en el móvil que podrían encajar a la petición
- se las pasaré por whatsapp, pensé
Un trabajo fácil, rápido y por una buena causa
Rauda y veloz contesté_
¡Claro que sí!
Con lo que no contaba era con todo lo que suponía esa petición
Dame tu móvil y te las envío por whatsapp, le dije.
No tengo whatsapp, me contestó.
En ese mismo momento supe lo que se me venía encima. Lo que me estaba pidiendo era una foto en papel.
Además de buscar las fotos, tendría que quedar con ella para que eligiese una. Luego ir a revelarla adaptándome a los horarios del comercio. Y luego volver a quedar con ella para entregársela.
Todo ello supuso tiempo, desplazamientos, dinero y otra tarea más que gestionar en mi checklist de tareas.
Y todo por un encargo que parecía… sencillo.
¿Y esto qué tiene que ver conmigo y por qué te lo cuento?
Tiene que ver TODO.
Muchos de los que trabajamos en la economía del conocimiento (interim managers, consultores, estrategas, analistas, asesores…) vivimos esta paradoja cada día: desde fuera, lo que hacemos parece simple.
Un informe.
Una respuesta.
Un “sí” o un “no”.
Una sugerencia en una reunión.
Un “no lo haría así, lo haría así”.
Pero detrás de eso hay:
- Años de experiencia y formación.
- Horas de análisis, reflexión y estudio.
- Contrastes con otros expertos.
- Revisión de normativas, tendencias, precedentes.
A veces, un cliente te pregunta
¿ podría hacer esto o aquello?
Y espera que en 5 segundos le des la respuesta exacta a una idea novedosa que se le ha ocurrido.
🔍 Lo que no saben (ni tienen por qué saber) es que quizás para responder a eso previamente se necesita de un trabajo:
- Consultar bases de datos y biografía
- Leer entre líneas una normativa farragosa
- Y poner sobre la mesa 27 años de experiencia
Conclusión: aunque la respuesta final parezca corta o la acción final parezca simple, el valor está en el camino.
Lamentablemente, esto lo tengo que explicar a menudo.
¿ Y tú, has pensado alguna vez que a veces infravaloramos las » aparentes» respuestas fáciles?
Te ayudo a que te sientas orgulloso de tu empresa alimentaria.
Más de 26 años contribuyendo a que los propietarios de empresas de alimentación se sientan satisfechos de haber conseguido esa ansiada certificación de calidad alimentaria, esa mejora productiva que necesita y esa rentabilidad que desea.
Lo hago trabajando de manera temporal como uno más dentro de tu empresa para que alcances ese logro que otros pensaban que no serías capaz o del que ya habías desistido.
Trabajo como interim manager dentro de tu empresa.
¿Te atreves a conseguirlo?
Contáctame por Linkedin o bien por teléfono o whatsapp en el 690 63 25 20