Hace 2 semanas hubo algo que me impidió asistir a mi cita de fin de semana con LinkedIn.
Fue la organización de la fiesta de cumpleaños de los 80 años de mi madre.
Mi objetivo era que fuese una fiesta llena de sorpresas por tanto todo tenía que estar minuciosamente organizado.
La sorpresa más emotiva fue la Coronación de mi madre.
¿Sabías que la imposición de la Corona a una persona tiene el significado de proclamar su reconocimiento, su dignidad, su honra y su autoridad?
Algunos pensareis que lo mío es amor exagerado de hija.
Lo entiendo.
Quizás falta un poquito de información.
A mi madre, desde niña, por ser la mayor, le tocó cuidar de sus hermanos y atender muchas de las tareas de casa. Esto habla de su responsabilidad.
Desde muy joven ha cargado con la enorme responsabilidad de ser familia monoparental, y no de un único hijo sino de 3 churumbeles. Esto habla de su fortaleza.
Ahora se habla mucho del trabajo a distancia y de la conciliación familiar. Ella ya lo hizo cuando trabajaba en casa y nos cuidaba. Esto habla de su inteligencia.
Hoy hay miles de ayudas a quienes quieren emprender una empresa o negocio. Ella fiué emprendedora con éxito si más ayuda que la de sus propios recursos. Esto habla de su intuición.
Pero ni siquiera esta dura tarea de sacar 3 hijos adelante y trabajar sin descanso ha podido robarte la virtud de la generosidad y la bondad que la caracterizan.
Su vida no fue una vida corriente, nada corriente.
El mes pasado cumplió los 80 años dejando una bonita estela de vida porque ha ayudado a muchas personas y ha hecho pasar momentos felices a otras tantas.
Ahora puedes entender por qué ella es mi Referente en lo personal, en lo profesional y en lo empresarial.
Y por qué se merece una Corona.
Esta coronación me hace pensar en todas esas empresas alimentarias que gracias a su buen hacer han llegado a edades similares que las de mi madre.
Ellas merecen un reconocimiento porque, como en la vida de mi madre, han surfeado muchos cambios de normativa sanitaria, han pasado por algunas crisis económicas, se han atrevido a tomar decisiones arriesgadas, han cogido al toro por los cuerpos, han batido a competidores agresivos, no han parado de aprender y se han dejado ayudar cuando hizo falta.
Y lo más importante, han conseguido que el público las quiera.
¡A ellas y a mi madre les deseo “Larga y Feliz Vida!
El mundo de hoy está necesitado de los Valores que practican.
Y tú ¿puedes pensar en alguien o alguna empresa a la que coronarías?
Consigue una mejora sostenida en la cuenta de resultados que ni imaginabas.
O lo que es lo mismo: Planifica bien, controla y estrecha los costes, ve por delante de la normativa y conoce los números de tu empresa.
Soy Esther Vázquez, trabajo con una metodología única para empresas alimentarias que necesitan soluciones reales.
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