Cosas que ocurren en la gestión empresarial
En el fascinante mundo de la empresa nos podemos encontrar con situaciones admirables pero también nos podemos encontrar con otras situaciones difíciles de creer, propias de comportamientos humanos alejados de toda lógica , del sentido común y de la efectiva gestión empresarial. Y en esta ocasión me voy a referir a esas situaciones en que las personas más válidas de la empresa, las que más comprometidas e involucradas estaban con el proyecto (el resultado de su trabajo así lo avala) se ven “obligadas” a abandonar por” voluntad propia” la empresa.
Unas dieron el paso teniendo algo mejor esperando y otras no. Pero esta no es la cuestión en este artículo.
No se entiende que un empresario deje escapar a un activo humano valioso. El símil lo tenemos en España, otra “gran empresa” que está dejando marchar el talento. Pero esta tampoco es la cuestión en este artículo.
Lo que me interesa en esta ocasión es conocer vuestra opinión acerca de estas personas que un día arriesgaron y apostaron por el CAMBIO.
Mi opinión es que dichas personas, previamente a dar ese paso, lo pensaron mucho, intentaron poner arreglo a la situación adversa que estaban viviendo, reflexionaron mucho, sufrieron mucho, la motivación y el entusiasmo por el trabajo cayó en picado y finalmente llegaron a la conclusión de que la mejor opción era dejar de trabajar en esa empresa.
¿Os resulta esto familiar? ¿Conocéis algún caso o lo habéis vivido en primera persona?
Creo que no me equivoco mucho al decir que gran parte de estas personas empezaron a trabajar con entusiasmo, creían en el proyecto al principio, pero pasado el tiempo se fueron dando cuenta de que lo hablado en la entrevista no era cierto o simplemente no se habló de las trabas que se podría encontrar en la empresa. Y me refiero al tipo de trabas que impiden el desempeño de sus funciones para llevar adelante el proyecto.
Recuerdo una afirmación que en más de una ocasión he escuchado: “se suelen ir los mejores y quedan los mediocres”. He llegado a la conclusión de que es cierta en muchos casos.
Alguien podría rebatirme y decirme que estoy equivocada, que los mediocres que se quedan son los que sobrevivirán porque son los que tienen mayor capacidad de adaptación. Touché! . “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio.” sentenció Robert Darwin. Estoy convencida de la gran verdad que esconde esa afirmación y que se puede aplicar perfectamente a las empresas. Y siguiendo con el mundo empresarial cabría preguntarse ¿queremos personas que se adaptan a la gestión mediocre de una empresa? Sinceramente, creo que NO.
Es por ello que desde aquí rompo una lanza por esas personas a las que me refiero en este artículo. En mi opinión se trata de personas inconformistas, con aversión a la mediocridad, con gusto por el trabajo eficaz y eficiente, con alto sentido de la justicia y que de verdad buscan la felicidad en el trabajo. Y lo más importante, son personas que lejos de tener aversión al CAMBIO, lo promueven. Ya lo han demostrado en su vida personal, no creéis?
Y es más ¿qué creéis que responderían estas personas a la pregunta de si se arrepienten de haber iniciado ese Cambio? La respuesta que me he encontrado con más frecuencia: “ Valió la pena”.
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